Cuando la luz genera materia

Un grupo de científicos han obtenido pruebas definitivas de la existencia de un fenómeno de la física predicho en 1934

Un equipo del Laboratorio Nacional Estadounidense de Brookhaven, ha constatado que es posible crear directamente pares de electrón (que es materia) y positrón (que es antimateria) haciendo colisionar fotones (las partículas de la luz) que sean lo bastante energéticos.

Esta conversión de luz de alta energía en materia es una consecuencia directa de la famosa ecuación E=mc2 de Einstein, que afirma que la energía y la materia (o masa) son intercambiables. Las reacciones nucleares del Sol y las realizadas en las centrales nucleares convierten regularmente materia en energía.

Y ahora la humanidad ha logrado convertir la energía de la luz directamente en materia (y antimateria) en un solo paso.

El descubrimiento se ha hecho en el acelerador relativista de iones pesados (RHIC) del citado centro.

El acelerador relativista de iones pesados (RHIC), del Laboratorio de Brookhaven,
en Estados Unidos, es un sofisticado artefacto capaz de acelerar iones de oro
a una velocidad de hasta 99,995% la de la luz.

EL RECIBO DE LA LUZ: NI ES UN RECIBO, NI ES DE LA LUZ.

Las primeras referencias que encontramos, relativas a la luz eléctrica en la Villa de Madrid, están publicadas en los diarios La Nación y El Clamor Público el 30 de enero de 1852. Desde esa fecha, el desarrollo de la energía eléctrica ha sido espectacular y hoy, no se concibe una sociedad en la que no exista un consumo generalizado de la misma.

En sus primeros tiempos, la energía eléctrica estuvo asociada casi exclusivamente al alumbrado, pero poco a poco su uso se fue generalizando a otro tipo de aplicaciones; transformación en calor, en potencia mecánica, etc.

Hoy la proporción de energía eléctrica que se transforma en luz es solo una pequeña parte, por lo que no tiene sentido seguir hablando del Recibo de la Luz. Tampoco tiene sentido hablar de recibo[1], ya que se trata de una factura[2].

Nos encontramos en primer lugar, que la forma de calificar la Factura Eléctrica, es anacrónica y debería ser abandonada, sobre todo por los analistas que opinan y escriben en los órganos de difusión social. Resulta francamente irritante; ver, oír y leer, opiniones sobre el problema de los costes de la energía eléctrica a personas que carecen de los mínimos conocimientos técnicos para ello. Es muy corriente, sobre todo el los debates televisivos, confundir la potencia con la energía, de forma similar a como se confunde el año-luz con unidad de tiempo. Expresiones como, “se han consumido tantos Kilovatios”, son de uso común. También es muy frecuente expresar el consumo de energía eléctrica con una unidad que no existe Kw/h. Una potencia (mal escrita lo correcto es kW), dividida por tiempo, no es nada. La potencia multiplicada por el tiempo, sí es energía: kWh (o como mucho kW-h). Creo que la forma incorrecta viene por similitud con la unidad expresada en los velocímetros, km/h (en este caso se trata de longitud partido por tiempo, que es velocidad).

Nos encontramos con un asunto difícil de entender por los usuarios, ya que para empezar, los encargados de explicar la facturación de la energía eléctrica carecen de los conocimientos mínimos sobre la materia, y en la mayoría de los casos se trata de explicar la cuestión desde el punto de vista político, que es la mejor manera de no aclarar nada.

El precio de la energía eléctrica es una cosa, y lo que pagamos los usuarios es otra, de forma análoga sucede con la gasolina. Por esa razón, se tendría que explicar claramente la cuestión, y para ello habría que recurrir a los profesionales que entienden del asunto, y dejar a los políticos que oscurezcan, y confundan, que es lo que mejor que saben hacer. En esta labor pueden estar ayudados por algunos periodistas, economistas, ecologistas, etc. y todo tipo de “desinformadores”.


[1] RAE: Escrito o resguardo firmado en que se declara haber recibido dinero u otra cosa

 [2] RAE: Relación de los objetos o artículos comprendidos en una venta, remesa u otra operación de comercio. Cuenta detallada de cada una de estas operaciones, con expresión de número, peso o medida, calidad y valor o precio.

POR QUÉ LAS BOTELLAS DE VINO CONTIENEN 750 ml

Las botellas de vino son generalmente de 750 ml y no de un litro (1.000 ml).

¿De dónde viene esta especificación?

La capacidad de una botella de vino se normalizó en el siglo XIX y surgieron las explicaciones absurdas sobre este hecho, que correspondían a:

  • La capacidad pulmonar de un vidriero;
  • Consumo medio en una comida;
  • La mejor capacidad para conservar el vino;
  • Facilidad de transporte …

En realidad, se trata simplemente de una organización práctica, con una base histórica:

En ese momento, los principales clientes de los vinos franceses eran los ingleses, pero nunca adoptaron el mismo sistema de medida que los franceses.

La unidad de volumen de los ingleses era el “galón imperial” que equivalía a 4.54609 litros.

Para simplificar las cuentas de conversión, transportaban vino de Burdeos en barriles de 225 litros que equivalían a 50 galones. Por tanto, 50 galones equivalen a 300 botellas de 750 ml.

De esta forma, 1 galón se correspondía con 6 botellas.

De hecho, por eso, aún hoy las cajas de vino suelen tener 6 ó 12 botellas.

¡El vino también es cultura!

Ondas Cerebrales

El cerebro humano emite cinco tipos de ondas:

       1º. Las ondas Delta (1-4 Hz) .
Se emiten cuando estamos profundamente dormidos, se relacionan con el subconsciente y regulan actividades corporales subconscientes como el ritmo cardiaco o la digestión.

Estas ondas las posen, también, los minerales.

      2º.Las ondas Zeta o Theta (4 – 7,5 Hz).
Se producen cuando la actividad cerebral baja casi hasta el estado del sueño, pero sin dormirse, es un estado de “duermevela”. En este estado, los sentidos procesan información de nuestro interior. El individuo está ensimismado y desconectado del mundo exterior. Se presenta, por ejemplo, en estado de meditación profunda o en sueños, pesadillas, miedos… etc. En este estado se procesa información del subconsciente que aparece, gemelamente, de forma simbólica y que algunas personas saben interpretar.  También, en este estado salen a la luz memorias olvidadas, ocurren inspiraciones y creatividades. Como todo esto ocurre en el límite del subconsciente, lo que pasa es, que se pone en contacto el subconsciente  con el consciente.

Estas ondas las posen, también, los vegetales.

     3º. Las ondas Alfa (7,5- 13 Hz) .
Se producen cuando estamos relajados, pero despiertos y atentos, nos encontramos en estado de reposo o descanso, en este estado se favorece la integración mente/cuerpo. También se emiten, como una gratificación, después de un trabajo bien hecho.

Estas ondas las posen, también, los animales.

    4º Las ondas Beta (13- 33 Hz).
Se producen en estado de actividad cotidiana, cuando la actividad exige concentración, a mayor concentración, mayor frecuencia y mayor gasto de energía.

    5º. Las ondas Gamma (25-100 Hz).
Se producen en ráfagas cortas, cuando el cerebro está en estado de alta resolución. Se sabe poco de estas ondas. Se las relaciona con la capacidad de asentar información.

También se producen en situaciones de estrés y confusión.

Con esta información, vemos como nosotros formamos parte de la naturaleza o mejor la naturaleza está dentro de nosotros, porque tenemos incorporadas las ondas minerales, vegetales y animales; pero además tenemos otras ondas, lo que nos hace seres únicos.

Otro aspecto, es que las ondas que emite el campo electromagnético terrestre, ondas Schumann (7,8 Hz) están relacionadas con la frecuencia de las ondas Alfa de nuestro cerebro y de los animales, cuando nuestra mente emite ondas Alfa entre (7,5-13 Hz) nos vemos afectados positivamente, por las ondas Schumann y tenemos estados óptimos de salud y bienestar. Si nuestro estado es más bajo de 7,5 Hz enfermamos. Recientemente, en los últimos diez años aproximadamente, la frecuencia de las ondas del campo electromagnético terrestre están aumentando hasta 12 Hz, y nosotros debemos aumentar, también, nuestras vibraciones para mantenernos en resonancia con el campo electromagnético terrestre, es decir , debemos crecer por encima de 7,5 Hz , lo que es posible, porque las ondas Alfa se mueven entre 7,5 y 13 Hz.

Para conseguir un aumento de la frecuencia de nuestras ondas Alfa y por ende de nuestra salud, se recomienda: meditación, practicar  el silencio, introspección, contacto con la naturaleza, música clásica o relajante, lecturas formativas y espirituales, pensamientos y emociones positivas.

Por último, en la actualidad se están investigando con fines, preponderantemente, militares, modificaciones deliberadas de estas ondas Schumann que pueden afectar a la salud humana y al clima en zonas determinadas, pero también podrían obtenerse muchos beneficios para la salud. Desgraciadamente de estos temas no se difunde información…

Resumen: Somos energía y estamos todos interconectados.

La Banda Negra

En uno de los muchos colegios que tuve que recorrer en mi etapa de estudiante, hubo uno, en que cada mes se imponía a los alumnos bandas de distintos colores, según sus méritos y comportamientos.

Pues bien, cuando llegué al colegio, el curso había empezado y me incorporé en el segundo trimestre. En el colegio, como en todos los que recorrí, había grupos de alumnos de diversos tipos, uno de los cuales estaba a las órdenes de un líder, que entre otras cosas, se dedicaba a incordiar a los que consideraba con derecho a hacerlo.

Aunque contaba con poca edad sabía, que si no ponía las cosas claras desde el principio, estaría sometido a las burlas, “caricias”, etc. del dichoso “matoncillo”, durante el curso. Así que en la primera ocasión que se presentó me dirigí al susodicho y empecé un forcejeo, que por mi parte se limitó a romperle todo lo que pude su traje, a cambio de unos guantos golpes que se tradujeron en moratones – me imagino que su madre le daría lo que yo no pude. Esta acción supuso que me castigaran sin salir al recreo durante una semana. Cuando terminó el mes, con gran sorpresa por mi parte me impusieron la banda … ¡Negra! (que era la reservada al que tuviese peor comportamiento).

Llegué a mi casa con mi banda, y cuando expliqué a mi madre la razón por la que me la habían impuesto, me dio un beso y me felicitó. Mi tata (Feli) se encargó de limpiar, almidonar y planchar la banda, que naturalmente estaba “que daba pena”. Durante el tiempo que llevé la banda, para sorpresa del colegio, lo hice con gran satisfacción. Creo que fui el primer alumno en la historia que se había sentido tan contento con lucirla, y cuando la entregué estaba como nueva.

A lo largo de mi vida he recibido honores, diplomas, placas, medallas, etc., pero nada me ha producido mayor alegría que la “Banda Negra”.